Si bien el ser humano debe alimentarse y es imprescindible para nuestra supervivencia, el hambre espiritual, de lo que hoy quiero hablarte, es imprescindible para darle un sentido real a nuestra vida.
Hay un vÃnculo muy potente en la comida y la espiritualidad. Y cuando exploramos la pregunta de
¿para qué comemos?, a menudo surge la intención de llenar una especie de vacÃo existencial, un buscar una conexión profunda con algo que no sabemos definir,el hambre espiritual.
 Tenemos que tener en cuenta que la espiritualidad es una necesidad más dentro de nuestras escala de necesidades que surge dentro del contexto evolutivo del ser humano, pero que el ritmo de la sociedad occidental, los valores materialistas y las nuevas tencnologÃas parece que están colocándola en último plano,.
PERCIBAMOS NUESTRA REALIDAD.
Se pasan los dÃas: mismas rutinas y de un lado para otro aburridos. Con las mismas obligaciones de siempre y sintiendo que la vida pasa sin haber hecho grandes cosas.
Y si ésta sensación se alarga durante mucho tiempo, podemos entrar en un bucle del que puede resultar difÃcil salir y ser fuente de sufrimiento.
Podemos creer que lo tenemos casi todo: familia, amigos, trabajo, salud… pero aún y asà hay algo que sentimos que falta, existe un vacÃo que necesitamos llenar.
EN CLAVE DE ...
Nutrir nuestra experiencia de vida con signos de salvación: La lectura,la música,la oración,el compartir con mis amigos.
Nutrir nuestra vida académica con una nueva vitalidad:Responsabilidad,autonomia asertiva,autenticidad en los aportes y sentido al 100% de que es esencial estudiar.
Nutrir nuestro mundo con apertura a la acción de Dios que transforma el miedo en esperanza.
Ahora nos dirigimos a la pestaña MIRAR DESDE EL BALCÓN y allà está nuestro compromiso para el miércoles.